

En todo este "affaire" de la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, lo verdaderamente ignominioso no es la conducta podrida de los líderes sindicales del SME (actúan exactamente como siempre lo han hecho: contra la mayoría de los ciudadanos y consumidores y responden sin inteligencia ante el clamor nacional). Lo verdaderamente ignominioso es la conducta oportunista, tonta y cortoplacista de la pseudoizquierda política mexicana que se regodea en la diatriba y la estridencia y que se ha abrogado el derecho de opinar a nombre del pueblo. Mucho me temo que una vez más lo pagarán en las urnas y en la historia.
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