sábado, 3 de enero de 2009

DF Tours (2)



Visita a la Asamblea de Representantes del DF y al Museo del Fraude y el Oprobio



Un representante de DF Tours pasa a recoger a los turistas a su hotel en nuestro microbús con peluche en el tablero y les lleva hacia la Asamblea de Representantes (antigua Cámara de Diputados) con un recorrido por las calles del centro de la ciudad. Se recorre el Paseo de la Reforma, se les explica que esta vía se cierra un día sí y otro también gracias a que tiene la doble función de arteria principal de la ciudad y manifestódromo nacional; todo, para solaz de propios y extraños. Si todo va bien, una manifestación hará que se cancele la visita al Hemiciclo a Juárez lo cual añadirá realismo al tour. Nuestro microbus con peluche en el tablero los conducirá al embotellamiento de la calle de López y luego al Eje Central para llegar a la Plaza Meave (Meave Shopping Center) baluarte, del libre mercado (tan libre, que esta plaza se formó a sí misma, sin reglas y sin nada); en este conspicuo lugar se permite que los turistas tomen fotos y adquieran, si así lo desean, toda la fayuca, contrabando y piratería que se les dé la gana (música, jeans, programas de computadora, aparatos electrónicos, perfumería, etc.). Los turistas japoneses y escandinavos quedan maravillados.

Nuestro microbús con peluche en el tablero conduce a los turistas a la Asamblea de Representantes. Al llegar se les lleva de inmediato a ver los nombres de los próceres nacionales escritos en letras de oro y se les explica como es que X mandó matar a Y y como Z traicionó a W y etcétera y o sea; así, con ayuda de las letras de oro, se da un repaso por toda la historia nacional para que los turistas vean como los próceres son todos parte de una linda familia revolucionaria y puedan apreciar “la calidá de la melcocha”.

De la Asamblea de Representantes se les lleva a media cuadra a una vieja casona en la calle de Allende donde con una museografía modernista y funcional se ha instalado el famoso Museo del Fraude y el Oprobio. La admisión a este museo está incluida en nuestro tour pero a todos los turistas se les pide una "coperacha" pa’las aguas del guía del museo. En este recinto se les explica el sistema electoral mexicano y se les muestra, entre otras cosas: la urna embarazada, los tacos de votos, el carrusel, la compra de votantes, el pacto en lo oscurito, la concertacesión, el fraude a la antigüita, el fraude cibernético, el fraude legítimo, el fraude del legítimo, el fraude imaginario, el águila juarista, el espurio, la caída del sistema, el compló, el cultivo de la imagen, el chantaje con las masas, el fraude al propio partido, la torta por el voto, el voto por la tortita, el voto corporativo, el micropartido, el hipermicropartido y como mantenerlo a flote, las clientelas, el clientelismo, las marchas ciudadanas y se les explica con dibujos y esquemas cómo hacer para “pasarse la no reelección de los diputados por el arco del triunfo” y la realización del fraude en las elecciones internas del propio partido; luego, con un video se muestra la toma de la tribuna y la “cascarita” en los pasillos del congreso, también se les lleva a una maqueta que explica el bloqueo del Paseo de la Reforma y una grabación de claxonazos, consignas partidistas y mentadas de madre.

Al final se les reparten souvenirs con orejas de burros, máscaras de cerdo, tacos de votos, urnas embarazadas, volantes con las vulgaridades de Manuel Espino y pequeñas pancartas con leyendas como “no al gasolinazo” (por supuesto con su traducción al inglés: “no to el gasolinazo”). Por otro lado, pins del PRI, PAN, PRD, SNTE, STPRM, SUTERM, SME y efigies de Fidel Velázquez, La Quina, otros mártires de la democracia y la motocicleta acapulqueña de Felix Salgado Macedonio están a la venta en los puestos dentro y fuera del museo.

Nuestra encuesta de salida (que por supuesto ha sido manipulada) dice que los turistas quedan encantados con este tour. Para dar un toque final de realismo, se les explica que al microbus con peluche en el tablero se lo ha llevado la grúa y a quienes así lo deseen se les envía en taxis compartidos del Sitio 300 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez. A todos se les dice: “los quiero mil ¿eh?”.

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