El Universal de hoy 4 de julio dice que, “organizaciones civiles y padres de familia de los menores fallecidos en el incendio de la Guardería ABC de Sonora, solicitaron la cancelación inmediata de todos los contratos de subrogación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)”.
Según he escuchado hay unas 150 guarderías del IMSS y más de 1500 guarderías subrogadas. Para nadie es un secreto que el IMSS suele dar un pésimo servicio, y si ese no es el caso en sus guarderías, tampoco es un secreto que sus guarderías cuestan más de 8,000 pesos por niño al mes. Mucho me temo que la pesadísima estructura burocrática alimentada por años de centenares de decisiones torpes de sus dirigentes y por las tontas y corruptas presiones y chantajes de su sindicato, llevaron a la institución a esos costos más que exorbitantes que ni siquiera las guarderías más pirrurris de la Ciudad de México los tienen. Por otro lado, todos sabemos que el IMSS vive prácticamente quebrado por la pesada burocracia y las condiciones laborales que ya son casi imposibles de manejar. Así pues, me imagino que esas condiciones, esos costos y un servicio regular de sus propias guarderías (para no decir nada de él), llevaron en algún momento a las autoridades del IMSS a tomar la decisión de subrogar el servicio de guarderías, con la esperanza de obtener lo mismo por la cuarta parte de los costos y con ello aliviar, aunque sea en una fracción, la pesada situación económica de la institución. ¿Estaré equivocado? No lo creo.
No dudo que, así como muchas otras cosas en nuestra vida pública, este asunto de las guarderías (las subrogadas y las no subrogadas) esté más que contaminado de corruptelas de todo tipo; esa es nuestra idiosincrasia. Si alguien neutral y no la PGR ni la Secretaría de la Función Pública, sino una instancia seria, privada, independiente (un despacho de auditores privado o Transparencia Mexicana o algún otro organismo de la sociedad civil o mejor aún una comisión independiente) hiciera una auditoría a todo el régimen de guarderías del IMSS seguramente saldría la sepsia de todo esto. No vendría mal esto, una auditoría general independiente a todo el sistema de guarderías. Imagínense de lo que nos enteraríamos.
¿Por qué murieron y se quemaron tantos niños? Por el incendio. ¿Por qué el incendio? Por el aire acondicionado y un descuido en la bodega de junto. ¿Por qué hay una guardería en una bodega junto a otra bodega y por qué no tiene medidas, condiciones y procedimientos para contender con un incendio? Seguramente porque no hay estándares y procedimientos para establecer una guardería subrogada o si los hay no son los adecuados o no se cumplen (y seguramente no se han cumplido a lo largo de muchos años, pero como no teníamos incendios…). ¿Por qué no se cumplen estándares estrictos (condiciones físicas y procedimientos) para establecer una guardería? Pues porque estamos acostumbrados a eso, así es el estilo en México. No se cumplen para las guarderías pero tampoco se cumplen para las tlapalerías y para el crecimiento urbano y para impartir justicia y para hacer escuelas y para… todo. La respuesta es la misma si se incendia una guardería, si se cae un edificio, si se hunde una carretera, si explotan las gaseras o las calles del centro de la ciudad, etcétera. La respuesta es la misma, la negligencia llevada al extremo y alimentada por nuestra idiosincrasia del “ahí se va” y de la corruptelita y la corruptelota.
Ahora la sugerencia es que el IMSS cancele todos los contratos de subrogación. ¡Ah caray! ¿Eso qué va a arreglar? ¿El IMSS lo hace muy bien y los privados muy mal? Me temo que no. ¿Los privados lo hacen muy bien y el IMSS muy mal? Tampoco. No existe el mundo sin problemas; lo que si existe, las más de las veces, es la oportunidad de escoger con qué problema queremos tratar. En este caso, cancelar todas guarderías subrogadas implica demasiadas cosas y no estoy seguro que nos vaya a ir mucho mejor (Implica despedir a miles de personas, cerrar miles de instalaciones, construir miles de guarderías, contratar miles de personas, meterlas a la enorme estructura burocrática del IMSS y pagar costos exorbitantes). La otra opción es establecer estándares y procedimientos adecuados y estrictos, mejorar enormemente el sistema de supervisión, cancelar todas las guarderías que no se apeguen a la norma y licitar de nuevo todas las guarderías que se deban subrogar. Esta segunda opción es tan eficaz como la primera pero mucho más eficiente (menos injusta y más económica). Sin embargo, esto ¿Nos deja inmunes a un problema? No, pero tampoco la opción de cancelar todas las subrogaciones lo hace. No existe la inmunidad a los problemas en ninguna actividad, solo los podemos minimizar si dejamos de hacerle al negligente en toda nuestra vida pública y privada.
Por otra parte, debo insistir, a mi juicio, lo que se debe hacer (con independencia de lo que las instancias judiciales hagan) es nombrar una comisión independiente (verdaderamente independiente, del gobierno local y federal, del IMSS, del sindicato, de los dueños de guarderías, de los partidos políticos y de los diputados y senadores) y que dicha comisión haga un análisis de todo; un informe libre, independiente y completo y que informe a la sociedad civil y a las instancias interesadas de qué sucede con todo esto y entonces si, que caiga lo que caiga.
4 de julio de 2009